Inteligencia artificial y redes sociales, condenadas a entenderse

La inteligencia artificial (IA) ya está aquí. Así que, si eres de los que piensa en ella como parte de un futuro lejano, lleno de coches voladores, ponte las pilas. Entre otras cosas, inteligencia artificial y redes sociales van ya de la mano. Al menos si entendemos el concepto en un sentido amplio.

En realidad, aún existe cierta controversia respecto a su definición. Para muchos, ni siquiera el funcionamiento de los robots humanoides de las películas podría considerarse estrictamente IA. ¿Por qué? Para ello hace falta que razonen con un propósito, aprendan de manera progresiva (machine learning) y tengan la capacidad de interactuar con humanos. Pero, en la actualidad, hablamos de la relación de inteligencia artificial y redes sociales en términos más amplios.

Los chatbots son un ejemplo de ello. ¿Razonan? No, más bien simulan el comportamiento humano, respondiendo a una serie de preguntas o estímulos en base a un esquema prefijado. Al menos, así es como funcionan la mayoría de los que encontramos en la actualidad. No obstante, los chatbots pueden ser útiles también en Recursos Humanos. O una estupenda manera de responder a las necesidades de los usuarios en redes sociales. Desde ofrecerles contenidos informativos acordes al tema que les interesa a indicarles donde está el establecimiento más cercano de una cadena. Y marcas como KLM o H&M han empezado a integrar los chatbots en su estrategia de marketing. Pero la atención al usuario es solo una de las facetas en las que la IA puede serte útil.

Big data, inteligencia artificial y redes sociales

Los datos son el petróleo del siglo XXI, una fuente de poder. Pero el volumen actual es inmenso, así que, ¿cómo manejarlos? Es ahí donde entra la Artificial Intelligence, capaz de operar con enormes cantidades de información, cruzar datos o extraer patrones. Y de hacer predicciones, por ejemplo, para adaptarte a la demanda. De hecho, las ventajas del Big Data ya se han hecho patentes en diversos campos. Desde mejores diagnósticos médicos, a una organización más eficiente del tráfico aéreo. Y los datos son también un filón en las redes sociales, aunque no exento de polémica.

Escándalos como el de Cambridge Analytics volvieron a poner sobre la mesa las dos caras de la moneda, lo delicado del asunto y el poder que conlleva. Y el tema no acaba ahí. OpenIA, empresa impulsada por Elon Musk, anunciaba estos días que no publicaría la versión completa de GPT-2, la última de sus creaciones de inteligencia artificial. Una máquina que puede usar los datos para crear noticias falsas con un alto grado de verosimilitud. Un tema que la compañía ha considerado demasiado peligroso, y que entronca directamente con otro de los grandes retos de las redes sociales, la propagación de fake news.

Portada de periódico con Fake News o Noticias Falsas

Pero, ¿pueden las máquinas llegar a sustituir a los redactores de contenidos? GPT-2 ha abierto el debate.  Y medios como ‘Bloomberg’ o The Associated Press, por ejemplo, aseguran en este análisis que dejar en manos de IA la elaboración de los contenidos que simplemente exponen datos,  permite sacar mayor provecho a sus periodistas para los temas que requieren mayor creatividad, curiosidad y pensamiento crítico.

Inteligencia artificial y redes sociales en el reconocimiento facial

Una máquina bien entrenada puede reconocerte rápidamente en cualquier imagen en la que aparezcas. Algo así como una versión 2.0 de ‘Buscando a Wally’ en la que tú eres el protagonista. Y una de las aplicaciones de IA que más suspicacias ha generado.

En España, Facebook trató de implantar el reconocimiento facial hace unos seis años, y se vio obligado a retirarlo por cuestiones legales. Pero la cosa no acabó ahí. Durante este tiempo ha estado usándolo y perfeccionándolo en otros países, principalmente Estados Unidos. Y desde 2018 vuelve a estar operativo en España.

Las legislación actual sobre protección de datos permite su uso en Europa siempre y cuando el usuario lo acepte libremente de manera expresa. Pero no por ello deja de ser un tema sensible, dado que nuestra imagen es considerada información personal, como nuestra dirección o nuestro teléfono. De acuerdo con Facebook, el objetivo es evitar que alguien pueda usar tu foto para usurpar tu identidad. Y, al mismo tiempo, ayudarte a encontrar fotos en las que apareces y no te han etiquetado. Por ejemplo, esas de la boda de tu prima que hizo un amigo del novio al que no conoces. Pero, como siempre, hay toda clase de rumores en torno a las intenciones de la compañía.

Ha llegado a decirse que el reto viral #10yearschallenge se creó para perfeccionarlo.  O que sistema utilizado por Mark Zuckerberg tiene un 97% de aciertos, un porcentaje muy superior al 85% del FBI. Y, sea cierto o no, lo que sí sabemos es que su software se ha adaptado incluso para reconocer galaxias en el espacio exterior, y podría aplicarse también en publicidad. El reconocimiento facial permite reconocer, por ejemplo, a los usuarios que suelen aparecer en fotos hechas en bares o en maratones populares. O  identificar  a aquellos que suelen llevar determinada marca de zapatillas o de camisas. Y eso abre un mundo de posibilidades para la segmentación publicitaria.

Influencers nacidos de la inteligencia artificial

Inteligencia artificial y redes sociales han creado a Lil Miquela

Lil Miquela, influencer virtual, en una imagen de Instagram.

Pero aplicar esta tecnología al procesamiento de imágenes ofrece también otras posibilidades. El pasado diciembre la compañía tecnológica Nvidia publicaba un trabajo sobre la creación de rostros falsos con IA, y otros modelos para la creación de coches, gatos o dormitorios. Un conocimiento que puede aplicarse, por ejemplo, al diseño de productos, personajes de animación o de los llamados influencers virtuales.

De hecho, esto no es del todo nuevo. Los primeros preescriptores artificiales, ya están entre nosotros. Personajes hechos a medida, diseñados para conquistar a un público concreto. Aunque, ¿acaso no hacen eso constantemente escritores y guionistas?  Y si Carrie Bradshaw hizo que millones de mujeres descubrieran los ‘Manolos’ y Homer Simpson saliva constantemente por un donut, ¿por qué no pensar que un personaje ficticio puede ayudar a vender?

Marcas como Balenciaga, Prada o Nike ya han apostado por influencers virtuales. La cuestión ahora es, ¿cómo regular la invasión de nuestras redes sociales por rostros artificiales? ¿Saben todos los que siguen a Lil Miquela en Instagram que no es real?

Inteligencia artificial y redes sociales, una pareja con futuro

En todo caso, el potencial de esta unión va mucho más allá de los influencers artificiales. ‘Facebook Dating’, por ejemplo, pretende usar la enorme cantidad de datos de los usuarios solteros para emparejarlos. Y tú puedes hacer lo mismo…

La unión entre inteligencia artificial y redes sociales te ofrece la oportunidad de unir a cada usuario con el producto perfecto para él,  conseguir que se enamore de tu marca. ¿Cómo? Te permite definir mejor el llamado ‘buyer persona’. Y, también, llegar a él de forma más eficiente. Hablamos del perfil de tu comprador real o potencial basado en el análisis y la investigación. No ese al que aspiras en tus sueños sino el que realmente interactúa con tus contenidos o los de la competencia, el que necesita, busca y compra el tipo de producto que tu vendes. La unión entre inteligencia artificial y redes sociales puede ser la llave para encontrarlo.

Las redes te permiten segmentar tus mensajes en función de multitud de variables. Y, al mismo tiempo, te ofrecen una ventana al mundo a través de la cual conectar con clientes potenciales. Puedes lanzar preguntas a los usuarios, conocerlos mejor, recibir críticas… Y aprovechar toda esa información para mejorar.

Ejemplos hay muchos. Desde marcas que se inspiran en propuestas de los usuarios para lanzar nuevos productos a las que son capaces de rectificar. Disney lo hizo hace ya algún tiempo con ‘Capitán América: soldado de invierno’. Porque quienes seguían al personaje de Marvel desde mucho antes de que fuera un producto de la compañía, no estaban conformes con la otra opción que se había planteado para el título. Y son ellos los que compran productos, pagan entradas de cine y se enamoran de la marca. Ahora la tecnología hace que este tipo de análisis de sus reacciones sea aún más fácil. Así que, si una empresa con un éxito incuestionable pudo rectificar, ¿por qué no vas a hacerlo tú?

Contar con profesionales que dominen la gestión de datos y la unión de inteligencia artificial y redes sociales es una garantía. Y recuerda, nosotros podemos ayudarte con la selección y contratación de perfiles digitales.

IA, Social Media Marketing

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